El coworking va mucho más allá que la diversidad de profesionales en un entorno físico.
Partiendo de ese principio y tratándose de entornos en los que profesionales autónomos intercambian conocimiento, y a la vez buscan tener un impacto global a través de la colaboración entre espacios de distintas ciudades o países, resulta natural que las sinergias que surgen tengan réplica en el mundo virtual.
En el coworking muchas veces se traslada al plano real fórmulas de trabajo que existen en el mundo virtual. Nosotros planteamos hacer lo contrario, más aun en tiempos como los que estamos viviendo, donde el trabajo virtual se hace no solo una necesidad, sino en muchas ocasiones, una obligación.
Las herramientas digitales resultan indispensables para fomentar la colaboración y dinamizar procesos que a menudo se inician en los entornos físicos.
A través de aplicaciones, funcionalidades, redes sociales… se potencia y perpetua la colaboración y se fomenta la posibilidad de crear nuevos proyectos.